Decía Bertrand Russell, filósofo y matemático británico, que la mejor prueba de que algo puede hacerse es que otra persona ya lo haya hecho antes”. Si es así, nuestro mayor “activo” es nuestra capacidad y deseo de aprendizaje.
Francisco Alcaide recoge de forma magistral en su libro “Aprendiendo de los mejores” cientos de reflexiones de más 50 personalidades de renombre mundial y que nos ayuda a poder contestar a la pregunta: ¿cuál es la mejor forma de conseguirlo?
La verdadera cuestión no es preguntarse si algo es posible o no, sino preguntarse cómo se puede conseguir. Ya lo decía la psicoterapeuta Virginia Satir: “siempre hay esperanza para cambiar y oportunidades para ello…porque siempre hay oportunidades para aprender”.
Para aprender sólo se necesita una cosa: HUMILDAD. ¿Por qué? Porque aprender implica admitir que hay algo que no sé pero que deseo saber. Para ello hay que pedir ayuda y eso, queridos lectores, no se estila hoy en día. Es más, está visto como un rasgo de debilidad. Realmente, es justo lo opuesto. Cuanto más humilde, más fuerte e influyente.